8.10.10

FanService o dándole a la gente lo que quiere

Una de las palabras más urticantes del palo manga-animé es sin duda “fanservice”.
Que se trata de un soft hentai, que es ecchi, que es pervertido, que no sirve o que es fantástico son sólo algunas de las innumerables frases que se escuchan o leen por todos los lugares manganimé.
Esta nota busca llegar a una definición objetiva y veraz, así que a prepararse para leer la verdad acerca del

FAN SERVICE

Una definición enciclopédica o wikipedista:
La forma modernosa para hallar definiciones es encender la compu y buscar en la wiki aquello que nos intriga.
Eso hice, y esto encontré:

Fan service (japonés simplemente "saabisu" o "service"), algunas veces escrito como la sola palabra, fanservice, es un término vagamente definido utilizado en los medios visuales, particularmente por fanáticos de manga y anime, para referirse a elementos superfluos a la historia principal, pero diseñados para divertir o atraer a la audiencia

Bueno, los tantos se van aclarando. Según la definición básica, están creados para los fans, sin importar demasiado su relevancia en la trama.
Hasta aquí no veo nada de perverso. Es más, me suena a muchas películas y cómics fuera del ámbito manga-animé.
Doy un ejemplo, en Star Wars Episodio 2, El Ataque de los clones, el duelo del maestro Yoda con sables de luz, ¿influyó en la historia con peso propio o sólo era algo que todo el mundo quería ver, algo que todos nos preguntábamos? Me refiero a “¿cómo será Yoda peleando?”
Si, estimados lectores y lectoras, eso es un fan service.
Pero entonces, ¿de dónde salen las malas lenguas habladoras de cosas chanchas vinculadas directamente al FS?


Breve historia del Fanservice
El misterio de esas charlatanerías radica en que el camino del FS viene desde bien lejos.
El fanservice empezó a utilizarse en los sesenta dentro de producciones manga y no eran más que pinups o afichitos de la figura principal o popular en alguna actividad o posición extraña y llamativa.
No había nada de erótico, simplemente se dibujaba una página enterita sin diálogos sólo para regalarle al lector algo más de sus preferidos. Tenía como único objetivo brindar atractivo visual.
La cosa cambia cuando surge el animé, porque aquí comienzan a mostrarse las Super Stars del fanservice: las secuencias de transformaciones.
Y por supuesto, qué más atractivo había que ver a “ese” personaje en una rara e inimitable postura mientras “sufría” su cambio.
Un poco después, en los setenta no bastaba una transformacioncita así nomás, no señor. El personaje femenino de repente se sentía dispuesto a tomar un baño, o se desgarraba la ropa o durante ese cambio físico quedaba parcialmente desnudo.
La década siguiente, los famosos ochenta trajeron al animé peleas. Muchas peleas, riñas, luchas….el fan service pasaba entonces exclusivamente por este tipo de escenas. Es conocido el caso por todo el mundo (por los freaks limados, bah…) de Dragon Ball Z, que se alimentó de las peleas como único recurso durante muchos episodios, con  golpes muy gráficos, mejor dicho coreografiados, por lo que el espectador podía divertirse con momentos de violencia sin sentido.
Ahora, ¿qué pasaba si las peleonas eran chicas? Y….la faldita minúscula se levantaba, y se veía la ropa interior, sin mencionar que las niñas siempre, siempre luchaban con patadas voladoras y nuevamente quedaban al descubierto las bombachitas o tangas.
Tanto esfuerzo guerrero tenía consecuencias tremendas en los botones de las blusas: parecían tan mal cosidos que a la primera embestida saltaban por los aires y también se veía el corpiño, los pechos o cuando la batalla arreciaba, unos paupérrimos jirones cubrían enhiestos pezones.
Otro fenómeno empezó a gestarse, el del tamaño y consistencia de los pechos femeninos. Eran tan grandes y rebotaban de manera tan extraña que muchos los relacionaban con globos llenos de gas. Con que la señorita de turno se levantara de una silla o caminara, el movimiento era de rebote eterno.
Como imaginarán, este tipo de entretenimiento llamaba muchísimo la atención así que  a inicios de los ochenta estos guiños a los fans se convirtieron prácticamente en series por si mismos.
El caso más conocido es el de Ikki Tousen, donde sólo hay pelea tras pelea sin ninguna justificación. Las mujeres que participan además tienen raras habilidades, devastadoras en combate y suelen mostrar (¡oh casualidad!) partes de su entrepierna.
Retomando la cuestión de escenas fan service, nos faltaría la típica citada antes, la de la ducha. Bueno las señoritas de Ikki Tousen o son muy coquetas y limpitas o transpiran mucho en esas batallas, ya que la mayor parte del tiempo (unas cinco o seis veces por episodio) se bañan, se cambian de ropa y situaciones similares donde el eje central es la desnudez. Por supuesto habrán notado que no hay un guión definido, algo que pareció no importarle a quienes seguían ávidamente esta serie de animé, una de las más exitosas hasta la fecha.
Como toda “disciplina” que se precie, el fan service tiene sus hitos. Algunos son conocidos, pero vale la pena repasarlos.
El primero que usó una patada terriblemente develadora de interiores femeninos fue Osamu Tezuka, el capo, en Astroboy (1963)
La primera transformación mágica donde la pobre chica queda así como desnudita sucedió en Cutey Honey de Go Nagai (1973-74)
La primera chica que sufrió una agitación inusual en los pechos apareció en Gunbuster de Gainax (1988).
Donde más bombachas se mostraron fue en un ova, Aika, allí más de 200 tomas de esa tan preciada prenda femenina lograron que pasara a la historia del fanservice como el ova bombachístico por excelencia.
Justamente, ya que hablamos de bombachitas, unas curiosidades.
En Japón si algo se cotiza mucho más que el yen y las acciones en la Bolsa de Tokio son las tanguitas usadas de las niñas, cuanto más jovencitas, mejor, porque se supone son vírgenes.
Si nos ponemos a recordar datos sobre bombachas, cómo no tener en cuenta a ese personajito de Ranma 1 ½ (Japosai) que coleccionaba prendas íntimas usadas, el que saltaba de balcón en balcón aprovechándose de su condición ninja.
Al  hablar de características propias del fan service, tenemos varias, en este artículo enumeramos sólo algunas, así como al pasar.
Por ejemplo, se muestra excitación en el personaje mediante la vista de su ropa ajustada justo, justo en  “esos” lugares tan…obvios.
Que esa ropa ajustada sea provocativa, poco cómoda pero curiosamente es la usada a diario por los personajes, como si anduvieran en comodísimos trajes de gimnasia, también es una de las características.
Otra cosa muy común es que los “pobres” personajes masculinos terminan siempre llorando sobre el ampuloso busto de la chica o por esas cosas raras de la vida se tropiezan y también terminan en medio de dos enormes montañotas cárneas.
Eso sí, los personajes son muy inocentes, no se dan cuenta que ya tienen un cuerpo exuberante, exultante y todo adjetivo que lleve XXX  en su escritura.
Hay muchas características más, pero para muestra bien vale un botón. O varios, bien desabrochados, eso sí.

Fanservice, ¿un recurso sólo animé?

Ahhhh…la pregunta del millón, la respuesta es simple, y obvia. No, el fan service es un recurso del cine, de los cómics tradicionales de superhéroes, de la tele, en fin, de todo aquello que requiera imágenes.
En el cine un ejemplo claro es el cruce entre Alien y Depredador. Cuántos fans acérrimos no soñaron por años ya desde los videojuegos con un enfrentamiento. Bueno, la película donde ambos son protagonistas no fue más que un fan service. A todo trapo, si, pero fue eso.
Otro fanservice fuera del manga-animé son los crossovers.
Si una de las premisas  FS es simplemente darle al espectador o lector lo que quiere ver, los cruces de sellos editoriales terminan alimentando los gustos de los fans.
Una que siempre termina con la ropa rota, justo ahí donde el público masculino gusta tanto es She-Hulka, tal como su hermano, le suceden las mismas peripecias al “transformarse”, y su vestimenta se rasga de manera provocativa sobre todo en sus pechos y su cola.

Fanservice en el Cosplay
Cuantos insultos, vítores, barbaridades, piropos y similares recibieron las chicas que se animaron a mostrar un poco más en algún cosplay.
Desde críticas sobre su arrojado modo de conquistar al Jurado y público hasta aplausos por esa pollerita que se levanta casualmente al pasar por quienes decidirán su voto.
Las vestimentas que se usan en estos cosplays suelen estar relacionadas con trajes tomados como fetichistas en la cultura japonesa.
Es así que veremos desfilar a mucamitas, muchas chicas gatito (nekos, meow-meow), niñas colegialas, camareras, policías, sailors fuku, y la lista podría seguir y seguir.

A modo de conclusión

Entonces, ¿está bien o mal el fanservice?
Bueno, nadie puede atribuirse derecho alguno de juez, eso en principio. Lo que si podemos buscar como conclusión es el sentido de incluirlo o no. ¿Rellenamos con fanservice?
Y…como todo, depende.
Puede ser algo bueno e interesante si su fin es el de alivianar algún argumento un poco tenso, como el de lograr una especie de paréntesis de humor en medio de una batalla.
Pero también puede ser algo malo cuando se vuelve parte de la misma serie o aún peor la serie directamente tiene como centro el fanservice, desplazando  el argumento original a un segundo lugar.
Y en el cosplay, muchos comentarios y ríos de tinta en revistas especializadas en todo el mundo y tecleadas en foros y listas han hablado a favor y en contra. También dependerá del tipo de cosplay, del público y por sobre todo, de lo que cada uno de los cosplayers pretenda: ser felices mostrando alguito de más o ser fieles a los personajes y sus acciones. O mostrar sólo para ganar un premio de manera rápida. Pero eso, estimados será algo tan personal como la ropa interior.

Alejandra Márquez
para Animate

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