26.10.10

De cuando la Revolución Industrial se mudó a Japón

¿Qué se puede decir de Full Metal Alchemist (Fullmetal Alchemist, Hagane no Renkinjutsushi, FMA o Hagaren ) que aún no se haya dicho? Poco y nada, a decir verdad.
¿Quién no conoce al menos por arriba de qué trata la serie, que comenzó como es costumbre nipona, en un formato manga y luego pasó al animé?
Sin embargo, siempre algún dato nuevo puede descubrirse, alguna conexión que no se conocía o alguna mirada distinta puede potenciar nuestra curiosidad.
Por eso, lo que haremos será repasar algunos puntos importantes.
Quien pergeñó en guión y dibujos a FMA fue Hiromu Arakawa,  una señorita nacida en las mismas tierras que inspiraron algunos emblemáticos lugares mangakas (Sinnoh, en Pokemon por ejemplo, está basado en este lugar). Hablamos de Hokkaido, segunda isla más grande de Japón, ubicada al norte.
Tal vez porque vivía en el campo, tal vez por sus lecturas, o los cuentos que le narraban de chiquita, Arakawa inventó un mundo donde la alquimia era la gran protagonista.
 FMA se encuadra dentro del subgénero Shōnen, y eso de movida es pasaporte al consumo masivo, no sólo en Japón sino en todo el mundo.
También a modo de repaso,  recordemos que la historia comienza cuando dos hermanos; Edward y Alphonse Elric experimentan con alquimia para resucitar a su madre, algo que fue negativo y que además los dejó a uno sin una pierna (Edgard pierde la pierna izquierda) y a otro sin cuerpo (Alphonse…ja! Qué loco esto….). Pero como hablamos de mundos ficticios y alquimia, algunas cosas son posibles, así que Edward sacrificó  su brazo derecho para permitir que el alma de Alphonse se resguardara dentro de una armadura  ^^
Con el correr de los capítulos, tanto el brazo como la pierna de Ed se reemplazarán por unas prótesis de avanzada construcción (se lo suele conocer como automail, donde las terminales de sistema nervioso de una extremidad se fusionan con partes mecánicas)
Lo que seguirá será el acercamiento de un alquimista reconocido, Roy Mustang (alquimista de fuego) que les aconsejará enrolarse en las Fuerzas Armadas del Estado.
Pero hagamos un parate en la historia propiamente dicha y veamos algunos términos que pueden resultar interesantes.
Por las dudas que estés leyendo esto y no lo sepas te cuento que la alquimia es la antecesora directa de lo que hoy se conoce como química, pero su composición era mucho más compleja, abarcaba además de la química, la metalurgia, la física, la medicina, astrología, semiótica, misticismo, espiritualismo y el arte. No vamos a detenernos muchos más en esto, pero es atractivo conocer de donde salen las ideas de combinar cuerpos con mecánica, por ejemplo.
Si de alquimia se habla lo hacemos también de la muy apreciada piedra filosofal, como ustedes sabrán.
 Según una de las antiguas leyes alquímicas, a partir de la pirita de hierro (conocida como “oro de los tontos” por su parecido con el metal precioso) se puede transmutar cualquier mineral en, justamente, oro.  No termina aquí el tema, no se trata de una simple cuestión de ambición y avaricia, no señores… Se suponía que si alguien lograba transmutar cualquier metal en oro,  se estaba a un paso de conseguir nada más y nada menos que el misterio de la inmortalidad. Ja!!!!! ¿Por qué este raro razonamiento? Muy simple, el oro es puro, podría decirse inmortal, por lo tanto si se consiguiera saber cómo “fabricarlo”… sería simple también descubrir cómo los seres humanos podemos ser inmortales.
Ahora se preguntarán qué puede importar todo esto bagaje de historia, filosofía y etc.
Mucho, porque en cada una de estos puntos se basó Arakawa para crear esta obra de interesante guión. Por supuesto la autora noveló, como corresponde estos significados, les dio otro color, otra manera más romántica de verse. Y el resultado fue óptimo.
Es así que la piedra filosofal en este universo lo que consigue es incrementar el poder del alquimista que la posea, no le hace falta seguir la llamada “ley del intercambio equivalente” (si querés una cosa, tenés que dar a cambio otra de igual valor), así que como es de imaginarse, TODO el mundo de FMA está detrás de la famosa piedrita, los hermanos Elric incluidos.
Después que estos hermanos se enrolan en las Fuerzas Armadas del Estado, Edward logra, entrenamiento muy duro mediante, consagrarse como “alquimista de acero”. Y como cualquier buen alquimista que se precie, lo que hará junto a Alphonse será buscar la bendita piedra filosofal.
Como dije antes, TODO FMA está detrás de la roquita, los buenos, los malos, los amigos y los enemigos. Esta ensalada de protagonistas más allá de los principales generará el conflicto perfecto para que haya enfrentamientos continuos, antagonismos y llamativas peleas y luchas.
Por supuesto hay malos muy malos (Scar es uno de ellos, aunque en realidad deberíamos decir que no es tan malvado sino una especie de Némesis de los alquimistas del estado) Y como en cualquier universo inventado que se precie hay seres creados para complicar aún más la vida de los héroes.
Se destacan aquí los homúnculos, con apariencia humana pero con la capacidad de regenerar cualquier herida. Algo así como la Claire de “Héroes”, la serie J
Otros personajes son las quimeras, fusiones de humanos con uno o más animales, y por lo tanto con características tanto de uno como de otro. Sería el famoso “cambiaformas” en otros universos ficticios.
Además de seres fantásticos, como cualquier mundo inventado con ganas de meterse entre los jóvenes (y no tanto) y sumándose a la alquimia, los automail, la piedra filosofal y los recientemente citados, Arakawa incluyó un símbolo,  el ouroboros, que representa a los homúnculos. Este símbolo no es nuevo, más bien todo lo contrario, se remonta a los antiguos griegos y tiene cierta reminiscencia egipcia. Se tomó siempre en la alquimia, y como sabrán, se trata de un dragón o una serpiente que devora su propia cola, formando así un círculo. Es una especie de anillo, una representación de la eternidad, donde lo que destruye a su vez crea y viceversa. Todas las cosas son una, tanto materiales como espirituales y según esta filosofía y este símbolo nada desaparece, todo se transforma. Seguro que esa frase la escuchaste alguna vez en física ;)
Estéticamente, podríamos paralelizar a FMA con el llamado “steampunk” (del que personalmente soy fan). El steampunk supone una ucronía (lo que podría haber pasado si la historia hubiera tomado otro rumbo) en la que el hombre utiliza la energía proveniente del vapor (no hay desarrollo electrónico, ni combustibles nucleares ni nada de eso), y en base a intrincados artefactos  viven tan desarrollados como nosotros, incluyendo nuestra era digital. El brazo de Edward y la armadura de Alphonse son buenos ejemplos de ello.

Composiciones de la obra
De Full Metal podemos encontrar el manga, que consta hasta el momento de 23 volúmenes (tankōbon) recopilatorios, publicados aún hoy a razón de un episodio al mes en la Shōnen Gangan, donde todo comenzó.
El animé consta de dos versiones, una de las cuales y a pedido de su autora, es bastante distinta a la impresa. Este data del 2003 y es uno de los animés más vistos en todo el mundo. Tiene 51 capítulos
La segunda versión es reciente, se estrenó en Abril de este año en Japón, oficialmente no está traducida al español (ejem….) aunque los fansubs ya se dedicaron a acercar los episodios para deleite de quienes no hablamos japonésJ.  Supuestamente se apega al guión mangaka original. Su nombre es “Fullmetal Alchemist: Brotherhood” y consta de 30 capítulos.
Las opiniones de los fans en foros y charlas otakeras están divididas. Muchos piensan que  segundas partes no son nunca buenas, otros ven una mejora en las gráficas, otros se alegran que esté mucho más parecida al manga… y, en fin… como siempre, no se puede conformar a todo el mundo.
Hay que recordar además que en el  2005 hubo una película “Fullmetal Alchemist: Conquistador de Shamballa”, que tuvo como responsabilidad concluir con la historia del animé.
Por supuesto, hay muchísimos OVAS, alguna escena en  live action, bandas sonoras, y todo aquello que cualquier otaku cebado de FMA querría tener en su poder.
Como cualquier producto que se precie de hacer dinero, FMA posee desde videojuegos hasta novelas, artbooks y guías de lectura. También lo que se llama CD Drama, una especie de teatro leído grabado en cds que en el caso de FMA se convirtieron en dos entregas.
Negocio redondo, redondo. Causa suficiente para la segunda parte del animé que en realidad es una recreación de la primera parte o directamente la versión más cercana posible al manga original.
Como dato final, podemos recordar que el manga en versión española lo publica “Norma Editorial”, la edición en idioma original en Japón le correspondió a Square Enix., bajo la publicación citada anteriormente (Shōnen Gangan). Y en los animés la producción principal corrió por cuenta de Bones.
FMA es una de esas series que uno puede ver con muchas ganas y además puede despertar interés en temas paralelos, como el misticismo de la alquimia, el steampunk y por qué no, el misterio de la inmortalidad.

Alejandra Márquez
Animate núm 5

No hay comentarios: