28.7.10

De caballeros

Siempre me gustaron las historias de caballeros medievales.
Por supuesto, era moneda corriente soportar a los de mi clase, burlandose.
- Como podes creer esas pavadas?
- De donde sacaste que realmente existieron?
- En que cabeza cabe que un humano expusiera su vida de manera tan tonta. Y por nada...por honor!
A mi nada de eso me detenia.
Lancelot, Percival, hasta Mordred eran adalides de mi imaginacion.
Creo que en realidad solo veia historias que llenaban mi soledad, algo que todos compartiamos como caracteristica.
Y muy en el fondo de mi ser, les daba la razon a mis pares: nada de todo eso existio alguna vez.
Cuando llego el momento de mi graduacion, fui derivado a un lugar alejado de mi residencia de origen.
Comence mi trabajo de arqueologo.
Estaba feliz, por darle un nombre a mi estado, porque tenia a mi entera disposicion un gran sitio para comprobar que mi destino solo podia ser ese: arqueologo.
Como era esperable, trabajaba sin descanso dia y noche.
Bueno, no lo necesitaba, asi nos formaban, eran las famosas PPI, Premisas Programadas Internas.
En una de las excavaciones encontre algo que se parecia a un libro, uno de los antiguos, en un excelente estado de conservacion, posiblemente a causa de la caja que lo guardaba.
Comence a estudiarlo.
Estaba escrito en un idioma primitivo, pero no me fue dificil descifrarlo: no por nada mi puntaje en "Lenguas Muertas" fue el mejor del grupo.
Era gaelico, escoces, para ser exacto.
Despues de algunos dias, reconoci las iniciales de los mios en el escrito.
No solo eso, descifre una especie de juramento, y un simbolo que conocia de memoria: la cruz templaria, oficiando como firma.
Imaginable era mi ansiedad, la excitacion que provoco en mi este descubrimiento.
Creo que no mencione algunos datos; disculpen, las rutinas en mi cerebro ya no responden al PPI.
El nombre del planeta que me asignaron para investigar era "Tierra".
Mi hogar original, el Asteroide XC-151, estaba a varios años luz de ella.
Era el año estelar 5589 y tenia exactamente 5 de edad.
Soy, mejor dicho era un orgulloso androide clase 5584, ARQ-151, dedicado de por vida util a la investigacion de culturas extintas.
A raiz de la paulatina desaparicion del hombre, los cientificos que nos programaron, insertaron en algunos de nosotros (los que teniamos profesiones humanistas) vestigios de sentimientos.
Es por eso que tenia informacion sobre los caballeros templarios, guardada tan celosamente.
Sin embargo, jamas imagine que entre los restos de esta excavacion encontraria detalles de mi pasado....mi pasado!!!
Nunca imagine que tuviera uno!!
Con delicadeza, aun lo recuerdo, extendi uno de los mapas que encontre plegados dentro del libro.
Me intereso porque era el que poseia los datos precisos de un tumulo que nos involucraba a los ARQ.
Cuando comence el trabajo de desenterrar un feretro podria decir que sentia una emocion increible en mi ser, impensada.
Y alli estaba el, un humano.
Su nombre, impreso en la hoja de la espada, estaba desdibujado pero se podia adivinar la presencia de las letras ARQ, por eso mi confusion.
La desilusion respecto a un hecho que involucraba a los mios duro solo un momento.
Comence a observarlo detenidamente, acumulando datos, como si fueran creditos valiosos.
Llevaba una especie de malla y el color rojo del material con que estaba hecha parecia gastado.
Entonces vi la cruz.
Y la espada.
Emocionado, encandilado por la posibilidad de tener en mis manos algo que muchas veces me costo burlas, acaricie con mi dedo metalico, la empuñadura de esa arma que se me antojaba inutil y a la vez, valiente.
Juro que algo me provoco cosquillas, lo juro.
Y no contuve la tentacion: tire de ella con todas mis fuerzas.
Lo ultimo que recuerdo fue su peso, y la sensacion de poder que me transmitio.
En ese instante, una nube de polvo rojo se elevo.
Una especie de espiral envolvio primero mi brazo y luego se enseñoreo de todo mi cuerpo.
Y antes que pudiera emitir sonido alguno o enviar señales de auxilio, me encontre dentro de este feretro.
Primero, patalee. Tanto que temi por mis articulaciones.
Pero, al darme cuenta que era imposible deshacerme de mi destino tantee a mi alrededor.
Y alli descubri un pergamino o algo asi.
Con la poca bateria que quedaba en aquello que los humanos llaman ojos pude leerlo.
“Quien ose despertar al Caballero Rojo, tomara su lugar por toda la Eternidad”. Merlinus Ambrosius
Y aquí estoy, preso de mis propios sueños de androide, en este planeta desierto, en el lugar conocido como Stonehenge, esperando que alguien me libere de la maldicion del Caballero Rojo.

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